Toteta Pinnta

Dibujos de mi hija Violeta desde los 15 meses... hasta que me pida que lo deje.

domingo, 31 de enero de 2016

Enero de 2016

¡Feliz año nuevo! Volvemos a las andadas con otro representante del reino animal. Con ustedes, señoras y señores, el mamboretá. Bamboretá, como lo llama ella. Para aquellos de ustedes que no estén familiarizados con el gran Inodoro Pereyra, con los Canticuénticos, o con la fauna guaraní, el mamboretá es la mantis religiosa. A Violeta le rechifla la canción, y un día le enseñé una foto. Ella lo interpretó en el siguiente retrato planetario y caudal;)


Aquí, la familia al completo. Yo ya no estoy tan ñoña y ya no lloro por todo, pero esta es de emocionarse, ¿no?

Oye, Violeta, y ¿te acuerdas de cómo eran los círculos? Tomaaa.

Aquí hay una historia narrada con gran detalle, autorreferente y que evoluciona de onírica manera a medida que transcurre. No les cargaré con detalles que solo a una madre emocionan, pero sí puedo revelar que la forma bilobulada del centro de la composición era una mano que acabó siendo un pato, el ovoide gordote de la derecha es su mamá, y las rayas, pues son rayas. De hecho las iba cantando mientras las trazaba. Voy a poné eta daya po aquíiiii, y eta ota po aquíiiiii.

Mis partituras viejas cobran nueva vida en manos de mi bichito.

Esta pisa fuerte. Últimamente le encanta hacer estos soles peludos, y cuando los termina siempre les da una interpretación. Este es una cama que parece un gato. Con su cola y sus pelos erizados. Y seis, una piragua, que decía mi madre;)

Aquí, otro de esos soles. Este de ahora es un caramelo que tiene pelo (y sin haberlo pensado...)
Le acompaña un fantasma (esa forma azul tipo pacman) un ojo con pestañas y dos algos más. ¿Esos qué son, Violeta? Algos, mamá. Yo no sé si su intención es dibujar un fantasma y lo consigue a la perfección o si hace trazos al azar e interpreta el resultado porque le recuerda a algo que conoce. Qué más da, las dos versiones son fascinantes, ¿o no?.

Otro sol peludo. Este no sé qué representa, porque lo hizo con su padre, y él no es tan psicópata de esto como yo. Quiero decir, que ni se acuerda ni salió corriendo a apuntarlo en su momento. Esto son cosas mías, je.

Y para terminar, unos gatos decorados de un body que pinté para mi Javi, y una almohada. Mullida y suavecita, como la tripita de mi Violeta.

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