Julio ha sido simplemente alucinante. Empezó en Costalita, con pocas ganas de dibujar, y uchas de que dibujaran sus abuelos... Siempre pasa igual, los esclaviza, los pone a hacerle nenes y nenas, y ella ni una línea. Lo que me cuesta luego que vuelva a dibujar ella, madre...
Aquí conseguí que le apeteciera coger el rotu a base de darle envidia uniendo puntos. Sus rayas son definitivamente más bonitas que las mías.
Aquí repartí unas estrellas y unos puntitos amarillos, y le desencadenaron una ventisca azul estupenda.
Rayas perpendiculares, gorgorigmos.. y ¡un pé! Es verdad que hay un pez por ahí escondido.
Aquí creo que se estaba vengando de alguien, pero no sabemos el motivo.
Decrando una conona que recortaron su padre y ella.
Un poco de collage con las revistas de la abuela.
Aquí ya no me libré ni yo de hacerle los nenes y las nenas, pero qué linda cara le hizo a este bañista, y qué estupendo maquillaje le puso a esta rubia.
Sigue julio ya de vuelta en casa. Empezamos a colorear huecos y a cubrir superficies mayores.
Apreovechando cartulinas y papeles sueltos por casa. Aquí unos gestualismos en los cartones de compartimentar una caja.
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