Empieza una fase importantísima: Teresa le ha regalado unos rotus gorrrdos regordos y un cuaderno enorme, entero solo para ella. Para pintar en él tiene que dar vueltas a su alrededor, porque no le llegan los bracitos de un extremo a otro. Esto le condiciona las composiciones de una manera majísima.
Ya hacía tiempo que no me pedía nenes... Le hice esta cara, y ella le puso las orejas, tremendas, y los reflejos azules de "la bola de lo toquito", las bolas de los ojitos.
Este me flipa, no me puedo resistir. Y lo preciosa que estaba cuando lo hizo, enzarzada, concentradísima en sus rayajos, sacando la lengua...
Este empieza una serie alucinante. Además no tengo ni idea de cuándo los hizo. Un día abrí el cuaderno y las vi. Ella sola en algún momento se había liado a pasar páginas y llenarlas con caritas.
Enormes...
Minúsculas...
¡Gigantescas y preciosas!
Un interludio de gestismos con carita, boca, nariz y cejas por Violeta... y venga caras y más caras!
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