Una tarde vino Isma, y le dibujó unas cosas que le encantaron. Destaco este coneto (conejo), con flequillo y cejas aportadas por Violeta.
Ni frozen ni leñes. Los muñequitos del teatro magnético son la sensación del momento.
Una tarde se puso a pintar ella sola...
... y acabó volviendo a liar a su padre.
Recortando y pegando.
Y venga "teato".
Pero de pronto... ¡nene! Le dibujo el contorno de la cara y ¡hace ESTO!
¡Y sin contorno!!!
Aquí se lió del todo. Lo de arriba, una nena, lo siguiente, un nene, lo siguiente, más y más gente. En la esquina de abajo-izquierda, ¡ota calla! (otra cara). ¡Paíta! (con pajarita). Y de guinda, cómo no, ¡mono, mamá!
Oto nene. ¡Oto papell!
Lo que pude disfrutar ese día, madre mía por dios...
Y a este la boca y la barba. Y nos fuimos a cenar. ¡Yo come tíii!
Otro día, otra sesión de collage.
Y vuelta a liar a su padre.
Esto es un honor. En esta impresión de un viejo dibujo mío pegamos unas nenas, unos píos y un obbillo (ombligo), y luego me dijo: eta, mamá; ete, papá; eta, Loleta (ya no dice Toteta, señores, pero no le voy a cambiar el nombre al blog, evidentemente), eta, Nuna (su amiga del alma). Si mi niña nos ve a sus papis así de majetes, es que algo estamos haciendo bien;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario