Febrero llega como el mantícora. Y Violeta lo afronta rellenándolo de rosa. Oh, sí. Este lo proponían en la web de una biblioteca que tengo en algún lugar del instagram, y esta fue su aportación. Pilladísimo el espíritu.
Estamos perfeccionando los retratos. ¡Y las manos!
¡Y los pelos largos!
Me encanta cuando dibuja una gran raya para hacer una boca sonriente y acto seguido decide que esa boca tiene que estar abierta, y ya dibuja línea de la carcajada.
Esto empezó siendo un bebé, y termino tachado sin piedad, un par de fotos más abajo. Todo lo demás, fluctuaciones del relleno cuántico.
Aquí no pude evitar ponerle yo los hociquillos... ¡era un cerdito clarísimo!
Maravillas fluorescentes de ayer y de hoy.
Aquí yo hice el azul exterior, y ella esas barreras negras "para que no puedan pasar". ¿Quiénes, Violeta?
Una flor, con sus pétalos
Un "antipaz" que era demasiado poco rosa.
¡Y esa increíble habilidad para recortar!
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