Probando las ceras. No le gustan mucho porque hay que apretar fuerte y no se le da del todo bien. Aún así, hace sus pinitos de rayajos. Pero le pirra meterlas y sacarlas del estuche, y correr por el pasillo con cinco en cada mano.
Desarrollo creativo del padre de la criatura bajo su atenta mirada y sus estrictas órdenes.
Pena que lo reutilizaron, pero esto había sido unas manos en CMYK, perfectas y minimalistas..
¡Nena! ¡Poca! ¡Nanní! ¡Toto! ¡Pelo! (Boca, nariz, ojo, pelo). Y luego ella le puso el maquillaje.
La mano del padre. Imprescindible.
La mano de la hija. Preciosa.
Babbo, pato, pío ¡A!
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